Sentarse a ver lo que pasa

Esas costumbres mediterráneas que parecían olvidadas o que se hacian hace tiempo... aquí se siguen haciendo. Tan solo sentarse a ver que pasa por la calle. No importa que la temperatura sea de 36 grados y un alto grado de humedad. Sentarse a ver lo que ocurre al otro lado de la calle sigue siendo para algunos más interesante que la propia televisión. Meses despues de estar viviendo por aquí aun me sorprende encontrar este tipo estampas. Imágenes que me recuerdan a mi pueblo cuando era pequeña.
Esta imagen corresponde al bar ubicado en Mosta justo en frente de la espectacular iglesia conocida como la Rotunda, una espectacular iglesia con una de las mayores cúpulas de Europa. En el interior se venden rosarios perfumados y con un poco de suerte, como a mi me ocurrió, el párroco de turno puede regalarte el suyo propio.