miércoles, 21 de noviembre de 2012

Malta, entre zarpazos y ronrroneos


Los gatos se mueven por Malta a sus anchas como el país fuera suyo. Parafraseando a Antonio Burgos, en sus Gatos sin Fronteras, parece que Dios hizo al hombre para servir al gato, al menos en este país.

Muestra de ello, son los múltiples espacios dedicados a ellos que podemos encontrarnos en la cuidad, como la Cat Village de St. Julians…una auténtica urbanización gatuna compuesta por casetas, trasportines y muñecos varios para hospedaje y disfrute de los felinos. Si bien estos a veces prefieren disfrutar de su ocio tomando el sol tumbados sobre los coches colindantes…o acercarse a los restaurantes del barrio a disfrutar de un menú más apetitoso que las croquetas y latas con las que puntualmente todos los días una señora los alimenta.



La mayoría han sido esterilizados y desparasitados. La gente, bien  los trata con cariño y los cuida, o los ignora, algo que ellos agradecen con su cercanía, dejándose acariciar e incluso coger algunos, una imagen que dista mucho de la tradicional de gato callejero.

Aunque esta es la situación de una gran parte de los felinos, no es la de todos. Los menos afortunados, los que no tienen una caseta donde guarecerse ni una mano amiga que los alimente, los enfermos, los abandonados…tienen la ayuda de Tomasina Sanctuary, una institución sin ánimo de lucro situada en Qormi, que unida a la National Cat Society , actualmente da acogida a más de cuatrocientos gatos de todas las edades y razas, cada uno con una dura historia a sus espaldas.

                                              www.tomasinasanctuary.org

No hay comentarios:

Publicar un comentario