Influencia británica en Malta

Que las calles de Malta están repletas de influencia británica es algo palpable a primera vista cuando el visitante pasea por su calles. Uno de los elementos más característicos en los edificios son los típicos balcones de colores que adornan las calles de la ciudad. En esta pequeña isla no existen apenas edificios altos, la mayor parte de sus habitantes viven en casas unifamiliares con los cual los paseos por las calles resultan agradables pues se ve la luz del sol.
En verano los alumnos que acuden a estudiar inglés en Malta se alojan en alguna de estas casas con familias maltesas. Es una buena oportunidad para conocer las tradiciones de primera mano. Los malteses madrugan bastantes, incluso en verano, y el desayuno es abundante. Son unos grandes amantes de la siesta que no perdonan y más si cabe durante el verano. Su gastronomía se compone de pasta y verduras. Sin dejar de lado el pan con tomate. Las frutas son parte de su dieta y la mejor opción es comprarlas en los puestos callejeros.